No sé si a tí también te pasa. Me he dado cuenta de que aunque pueda sacar muchas ideas pensando, se me ocurren muchas más haciendo, mientras trabajo en una de ellas.
Si me quedo dándole vueltas, mi idea se queda como está y no sirve para nada, hasta puede volverse una carga pesada. Sin embargo, plasmarla en un proyecto me ayuda a quitármela de la cabeza y hacer sitio para otros proyectos.
Tener muchas ideas y no hacer nada es peor que no tener ninguna.
Poner en marcha una idea es algo complejo que requiere de esfuerzo y disciplina, no es tan placentero como quedarse soñando, y es por eso que tendemos a procrastinar.
Y la paradoja es que a veces, en las personas creativas la procrastinación se manifiesta a través de la aparición de nuevas ideas.
Sí, como lo oyes. A veces generar nuevas ideas es una forma de procrastinar y renunciar a pasar a la acción.
¿Estás teniendo nuevas ideas? Probablemente estés procrastinando.
Imagina.
Estás empezando a trabajar por fin en tu idea.
Es el momento típico donde solemos darnos cuenta de que es más complejo de lo que parecía. Aparecen los problemas y las dudas. Y de repente, se te ocurre otra idea que parece mejor y tienes la tentación de dejar lo que estabas haciendo para empezar un proyecto diferente.
Una idea en estado “puro” siempre te parecerá mejor que una idea que ya ha entrado en contacto con la realidad, y ha desvelado inevitablemente todas las dificultades que entraña llevarla a cabo.
Pero es un espejismo: si abandonas lo que estás haciendo para trabajar en la nueva idea, pondrás en marcha un bucle estéril que no te llevará a nada.
(De esto habla muy bien la ilustradora Rilla Alexander en el vídeo que acompaña este post).
Tienes que ser capaz de reconocer qué hay detrás de ese impulso y seguir adelante con tu plan original.
A veces demostrarte a tí mismo que puedes, es más importante que conseguir algo realmente bueno.
Pocos pueden sacar un proyecto espectacular al primer intento. Tienes que aceptar que las primeras veces el gran logro será terminar tu Side Project, no alcanzar el nivel que te gustaría.
Ya lo harás mejor la siguiente vez, y cada nuevo proyecto será de alguna forma mejor que el anterior.
Si sigues estancado, dudando y volviendo a empezar cada vez con algo diferente – o directamente sin hacer nada, nunca podrás lograr nada.
Tienes que aprender a luchar contra el perfeccionismo, que es el más falso de tus amigos.
Quizás puedas intentar usar esta misma paradoja a tu favor, sobre todo si te cuesta generar nuevas ideas:
Intenta poner en marcha la idea que tengas, por mala que te parezca.
De esta forma, vas a conseguir 2 ventajas:
- pasarás por fin a la acción y
- tendrás un montón ideas nuevas, todas las que tu cerebro generará para intentar convencerte que abandones 😉
Así que… ¿Estás deseando poner a prueba tu creatividad?
Quizás puedas intentar usar esta misma paradoja a tu favor, sobre todo si te cuesta generar nuevas ideas:
Intenta poner en marcha la idea que tengas, por mala que te parezca.
De esta forma, vas a conseguir 2 ventajas:
- pasarás por fin a la acción y
- tendrás un montón ideas nuevas, todas las que tu cerebro generará para intentar convencerte que abandones 😉
Así que… ¿Estás deseando poner a prueba tu creatividad?
El mejor gimnasio para ejercitar tu creatividad
En mi opinión, el mejor ejercicio para estimular la creatividad es un Side Project.
Un proyecto paralelo (Side Project = Proyecto Paralelo) te permitirá por ejemplo:
- medir el valor de tu idea con la realidad (¿sigue siendo tan buena como parecía en tu cabeza?),
- medir tu grado de compromiso con tu idea (¿abandonas enseguida? ¿Pierdes rápidamente confianza en el valor de tu idea?)
- medir tus capacidades reales (¿eres un conseguidor o un simple soñador?)
Los proyectos paralelos en la música
Donde más se oye el término de “Side Project” es en el mundo de la música, donde es algo muy común: muchos músicos tienen otra banda o proyecto además de su agrupación principal, un proyecto paralelo a la actividad que representa su principal fuente de ingresos.
Los proyectos paralelos nacen de oportunidades y contactos, y permiten al músico explorar nuevos caminos, profundizar en su interés por otros tipos de música, mejorar técnicamente, emplear más a fondo su creatividad, ampliar su paleta, salir de su zona de confort y no aburrirse.
Además, de esos Side Project pueden salir bolos, pueden ser un plan B si falla el proyecto principal, y en determinados casos hasta pueden pasar a ser la actividad principal. Aunque esta no suele ser la principal razón detrás de un proyecto paralelo, más bien una consecuencia a veces inesperada.
Supongo que son más comunes en el mundo de la música por la especificidad del entorno de trabajo (salas de ensayo, estudios de grabación, salas de concierto,…) que favorece el contacto y el compartir, y la consecuencia es el nacimiento de nuevos proyectos y oportunidades.
Lo mismo que ocurre entre los profesionales de la música, vale para los Side Projects en general.
Ese tipo de sinergias empiezan a ser más comunes también en otros ámbitos, como por ejemplo la programación y el diseño, gracias a prácticas como el coworking y el networking, que son cada vez más habituales.
Un Side Project no tiene porqué ser algo hecho en colaboración con otros. También puede ser algo hecho en solitario, aunque la colaboración puede ampliar tu radio de acción, tus posibilidades y el alcance de tus resultados.
Proyectos creativos personales, una necesidad vital (para algunos)
Un Side Project te permite dar rienda suelta a tu creatividad, explorar tus pasiones más allá de tu actividad principal, sin la presión de expectativas externas más allá que las tuyas propias. Con el objetivo de volverte mejor en lo que ya sabes hacer y/o aprender nuevas habilidades.
Un Side Project es una necesidad vital, para quienes no se conforman con lo que tienen sino que quieren ponerse a prueba, retarse a sí mismos e ir más allá. Aprender, y poner en práctica. Tener una idea, y no parar hasta verla convertirse en algo real, no importa si el resultado final es un producto físico o digital.
Los beneficios a nivel personal están claros, pero también suele reportar muchas veces beneficios a nivel profesional. Si ya eres bueno en tu trabajo, necesitas nuevos retos que la rutina de tu actividad profesional difícilmente te puede proporcionar. Un proyecto personal es la forma perfecta para mejorar y retroalimentar tu creatividad.
Y no tomes el tema de los Side Project a la ligera. Un Side Project NO ES un hobby.
Y un Side Project NO ES un Negocio (todavía), aunque pueda nacer con esa ambición.
Side Project vs. Hobby
Un hobby es una actividad donde sí puedes -en un principio- dar rienda suelta a tu creatividad y seguir tus pasiones, pero no tiene un punto final.
También puede manifestarse en algo concreto y finito, pero cuando llegas a ese punto vuelves a empezar desde cero. Realmente no hay un punto de inicio y de final claramente marcados.
Y sobre todo un hobby es una actividad cuya finalidad es la actividad en sí misma. Pasas un rato agradable dedicando tu tiempo libre a algo que te gusta, haciendo algo que disfrutas. Pero si no tienes tiempo, no pasa nada.
Lo resume bien Kevan Lee de Buffer: un hobby no se manifiesta en un producto concreto, y es una actividad que se prolonga indefinidamente en el tiempo.
Aunque es verdad que a veces los límites entre los dos pueden ser borrosos, yo sí creo que hay diferencias importantes. Quizás se trata de diferencias internas a la personas, emocionales más que externas.
Un Side Project es una necesidad vital, y tiene una finalidad que va más allá de la actividad en sí misma. Se manifiesta en un producto final concreto, y cuando esto está terminado, puedes empezar – o no – otro Side Project diferente, o ampliar y perfeccionar el que acabas de desarrollar.
Además, muchas veces – aunque no siempre – un Side Project nace con el potencial para transformarse en una actividad profesional. Muchas veces, tiene desde el principio alguna conexión con tu actual actividad profesional, aunque no tiene porqué ser así.
A veces, se pone en marcha un Side Project con el deseo de monetizarlo de alguna forma en un futuro.
Pero cuidado: la finalidad de un Side Project NO ES ganar dinero.
Side Project vs. Business On The Side
Esto es un punto clave. El hecho de que nuestro sueño sea cambiar de trabajo y conseguir poner en marcha otro trayecto profesional relacionado con nuestro Side Project, y que cada vez sean más los ejemplos de negocios de éxito nacidos a raíz de Proyectos Paralelos (Gmail, Dropbox, Uber,…) esto nos puede desviar del camino correcto.
Un buen Side Project se funda sobre nuestras pasiones, nace del cruce entre nuestras habilidades y nuestra curiosidad, nace de nosotros, no tienen nada que ver los nichos de mercado, las necesidades o deseos de otros.
Pensar demasiado pronto en el dinero conlleva el riesgo de que tu visión quede empañada. Buscar cómo tu proyecto pueda ser rentable desde el minuto cero a menudo te lleva a modificar tu planteamiento original y a abandonar tu instinto e inclinaciones para seguir lo que supuestamente le interesa al mercado. O puede incluso llevarte a renunciar a tu proyecto, porqué por ejemplo:
- ya existe algo parecido
- no puedes garantizar su rentabilidad
- es una idea demasiado descabellada
- eres el único al que le entusiasma la idea
Si buscas generar ingresos cuanto antes, quizás lo que quieres en realidad es montar un negocio paralelo, un Business on The Side.
Un Side Project puede transformarse en un buen negocio paralelo, pero mezclar las dos cosas desde el principio es un riesgo, sobre todo en proyectos de naturaleza creativa. A lo mejor no es así para todos, pero sí lo es por lo menos para mí, y muchas veces en el pasado esto me ha bloqueado y llevado a abandonar mis ideas, ya que no le veía interés para otros, o posibilidad de transformarlas en fuente de ingresos.
Pensar en el dinero empequeñece tu idea
Toda idea sufre cambios en el proceso de materialización y empequeñece por las múltiples fricciones con la realidad.
Una idea es algo delicado, y si piensas demasiado en pequeño corres el riesgo de perder el enfoque, o de acabar con algo que poco tiene que ver con tu planteamiento inicial, o a no tener nada, porque tu idea ha muerto por el camino.
Y pensar desde el minuto cero en posibilidades de negocio es una forma de empequeñecer tu idea, aunque en apariencia puede parecer lo contrario.
Soñar a lo grande no quiere decir vislumbrar grandes cantidades de dinero: quiere decir imaginarse mejores profesionales y mejores personas, con más talento, más creatividad, más productivos y resolutivos, satisfechos con nuestro logro.
Nos habremos entonces transformado casi en alquimistas, capaces de transformar el espíritu en materia, capaces de traer al mundo real algo que estaba en otra dimensión, en el mundo de las ideas y de las infinitas posibilidades.
Y eso es algo bastante difícil de lograr, pero el esfuerzo desde luego merece la pena.
¿No te parece?
Silvia dice
Me encanta el post, sobre todo el título, me gustaría ponerlo en mi IG y etiquetarte, si te apetece, por darnos un poco de visibilidad jejej. Estoy empezando a meterme en el mundo digital, tras nuestra conversación antes de la cuarentena, por fin estoy bajando mi imaginación a tierra y así poder materializar. Ser una persona tan ideadora como yo y no tener dosis de acción a veces se siente muy frustrante, sin embargo creo que ya estoy en el Camino correcto, ese que me gusta!
luca dice
¡Hola Silvia!
Claro que sí, sin problema. Veo que has avanzado con tu proyecto y lo tienes en marcha, tiene buena pinta. ¡Enhorabuena y muchos éxitos!
Un abrazo