¿Quieres ser más feliz y que todos tus problemas desaparezcan de una vez por todas?
Hazte emprendedor.
Serás dueño de ti mismo, independiente económicamente, y trabajarás en lo que te gusta.
Hazte emprendedor, pero no uno del montón. No, por diosss!
Tu eres especial: tú puedes ser un emprendedor inconformista, parte de una élite capaz de conseguir ingresos pasivos y parir ideas novedosas (todo lo novedosa que puede ser una idea clonada de Estados Unidos).
No sé si a ti también te pasa, pero no paro de recibir correos y leer posts ofreciéndome ser miembro de alguna comunidad de emprendedores inconformistas.
Emprendedor & inconformista, el binomio ganador.
Por supuesto, la comunidad es exclusiva (¿sólo unos pocos? No, sólo los que pagan), y por supuestísimo, es sólo para los que se han tragado la pastilla roja.
A mí Matrix me gustó mucho, y las primeras veces que encontré ese símil de la pastilla roja o azul en un blog de desarrollo personal me encantó: el símil es acertado. La mayoría vivimos adormecidos, en el matrix del oficinista, y sólo unos pocos han despertado y han descubierto que otra realidad es posible.
Pero en este mundo digital del corta y pega, se han pasado tres pueblos y sigo recibiendo demasiados mensajes reciclando esta idea hasta la náusea. Ya no puedo más…
Por ejemplo (pego desde un correo real que he recibido):
puedes tomarte la píldora roja, que consiste (por supuesto) en ver la lección nº1 de mi súper training pre-venta, participar en mi grupo para saber aún más y ver la verdadera realidad de los negocios digitales.
Por mí, que se traguen ellos mismos las dos.
Yo quiero una píldora morada! Y me la voy fabricar yo mismo…
Como nos gusta la idea de ser el héroe de nuestra propia película. ¿A que sí?
Nadie quiere ser conformista.
¿Por qué será entonces que todos leemos los mismos libros sobre emprendimiento, todos vemos las mismas series,..?
Los verdaderos inconformistas sí existen, pero son pocos.
La mayoría somos conformistas y en el fondo deseamos serlo. Somos animales sociales, y no nos gusta ser el bicho raro.
Lo que se vende como inconformismo es en realidad un conformismo “de nicho”, o de tribu.
“El inconformismo de nicho es el nuevo conformismo”.
No sé tú, pero yo encuentro ese mantra cansino y sospechoso.
Ya he dejado de contar las veces que lo he leído y escuchado.
Pero, al mismo tiempo, lo confieso, un poco me atrae. A veces.
A todos nos encantan las historias de éxito de programadores que lo han petado con su nueva App o su negocio digital, y nos arrodillamos ante esa visión.
Hasta hay campamentos para niños emprendedores…
Auto empleado vs. emprendedor.
No todo el mundo está hecho para ser emprendedor, y ser emprendedor tampoco es mejor que ser trabajador por cuenta ajena.
Depende.
Cada uno tiene que valorar lo que le parezca mejor. No existe una sola verdad.
Como ya he contado, yo he estado trabajando como freelance durante casi 10 años. No era entonces ningún emprendedor, más bien un auto empleado…
Con los conocimientos de ahora haría las cosas de firma diferente.
A principio de 2017, volví a trabajar por cuenta ajena. Y no me arrepiento.
Sigo haciendo cosas por mi cuenta – abandonar no es una opción – pero no se trata de trabajo remunerado. Lo que más me interesa siguen siendo los proyectos personales, leer, escribir, seguir aprendiendo.
¿Qué hay que tener para ser emprendedor?
Si no te gusta tener alguien por encima tuyo que te diga lo que tienes que hacer, no quiere decir que tengas espíritu emprendedor.
Si no te gusta levantarte temprano por la mañana y odias el trabajo de 9 a 5, tampoco quiere decir que seas emprendedor.
A lo mejor solo quiere decir que eres un puto vago.
Me gustan mucho las personas que, después de haber sido madres/padres se han lanzado a una aventura online buscando una mejor conciliación entre familia y trabajo, para poder disfrutar más de sus hijos.
Eso está bien.
Pero que seas una mamá que busca un hueco online, tampoco quiere decir que seas emprendedora. A lo mejor simplemente no ves otra salida, y lo tuyo es un intento desesperado de buscar un espacio.
Te puede salir bien o no, depende de muchos factores. Pero aún así, si has decidido no esperar a que alguien te llame para ofrecerte un trabajo, y has decidido hacer, te hago una reverencia.
Quizás el único secreto sea ese: hacer.
Quizá sí seas emprendedora al final. Tendrás que descubrirlo a lo largo del camino, no es fácil saberlo antes.
¿Qué hace falta para ser emprendedor?
Pues en realidad no lo sé. No soy un emprendedor.
Nunca tuve espíritu emprendedor.
No puedo contar historias de cómo de niño le vendía limonadas a mis amigos. Tampoco he tenido cerca experiencias de emprendimiento en mi familia o círculos cercanos.
Lo que tengo claro es que si para hacer lo que quiero tengo que hacer lo que se supone que hace un emprendedor, o ser clasificado como tal, pues lo seré. No hay problema.
Mi realización personal y profesional no pasa – creo – por ser un emprendedor. No me interesa pertenecer al selecto club de los emprendedores autodenominados anticonformistas.
Desde luego ser emprendedor no te hace inconformista, y tampoco necesitas ser inconformista para ser emprendedor.
Los emprendedores siempre han existido. Pero nunca como ahora tuvieron ese halo y ese atractivo.
El dueño de una tienda es un emprendedor, pero no es el tipo de emprendedor que todo el mundo aspira ser.
El emprendedor estrella ahora es el emprendedor digital, el que crea un negocio desde su casa aprovechando internet y las nuevas tecnologías.
En pijama.
El que desde la nada, apoyándose en la red, ha creado un negocio escalable, y ha conseguido un estilo de vida que se esfuerza por pintar de la manera más atractiva posible en Instagram.
Los costes para empezar un negocio digital son bajos, las barreras de entrada también.
Por eso mucha gente se quiere lanzar a la aventura.
Y por eso hay cada día más expertos y gurús que quieren explotar ese deseo.
Algunos lo hacen muy bien, de forma ética y enseñando cosas que realmente saben y llevan años practicando.
Detrás de ellos vienen los chacales.
«Te cuento el secreto sobre cómo dejar tu trabajo, encontrar tu pasión y volverte rico mientras viajas por el mundo [es tu última oportunidad].
Te lo cuento por sólo 47€.
Como bonus, te enseñaré a pronunciar correctamente “digital knowmad” (bonus valorado en 197€)»
La estrategia de muchos gurús del marketing es la de ganar dinero vendiendo cursos sobre cómo ganar dinero. Si no tuvieran compradores, muchos de ellos no se comerían una rosca.
A veces enseñan técnicas que a ellos les funcionaron realmente de maravillas.
A ellos.
Funcionaron por qué fueron los primeros en implementarlas.
Las probabilidades que tú tengas éxito copiando sus pasos pueden ser escasas.
Y en parte tu fracaso también podrá ser culpa tuya, por copiar fórmulas sin aprender la lógica y aplicarla a tu sector y tu forma de hacer las cosas.
Por lo que he leído, hay un dicho en marketing:
“Cuando una técnica deja de generar dinero, se puede seguir generando dinero enseñándola a otros”.
El cansancio hacia estas prácticas empieza a colarse por la red, como por ejemplo en este post de Mónica Lemos, o este otro de Álvaro de Gente Invencible.
Seguro que te puede resultar entretenido echar un ojo al proyecto Vendiendo Humo Online, que aborda estos temas en clave de humor.
Emprender online es como el salvaje oeste. Y lo que más ganan no son los que buscan el oro, sino los vendepalas, cuyo mayor caso de éxito es el suyo propio.
Endogamia conformista.
Estos emprendedores y maestros de emprendedores se conocen y apoyan entre sí, lo cual en sí es bueno. Muy bueno, cuando se trata por ejemplo de competidores que tienen una oferta parecida, y que optan por colaborar en vez de competir.
Elegir la coopetición en lugar de la lucha entre competidores es una estrategia inteligente, no sólo de cara a los negocios, sino también a nivel personal: de esta forma muchos han conseguido entablar buenas relaciones de amistad con otros emprendedores digitales.
Sin embargo, a veces termina siendo cansino por los pobres suscriptores ver todo el tiempo las mismas caras y oír las mismas voces, mientras se entrevistan unos a otros y se pasan uno por el podcast de otro.
Da un poco de claustrofobia.
¿Será que el panorama digital español es más pequeño de lo que en parece?
Por supuesto no lo hacen solo porque son amigos, sino porque así pueden ampliar su propia audiencia apoyándose en la de otro y luego devolverse el favor.
Es una estrategia win-win muy legítima e inteligente, pero tiene la consecuencia negativa de cansar a la peña, que ve este patrón repetirse una vez tras otra.
Sigo suscrito a varios de sus newsletters, y lo más cansado es recibir ofertas de afiliado repetidas en diferentes mails, promocionando uno el curso del otro.
Tampoco hay nada malo de por sí, el problema surge cuando empiezas a recibir demasiados correos iguales, vendiéndote lo mismo.
Muchas veces hasta las cartas de venta se parecen, porque utilizan todos las mismas fórmulas.
La radiofórmula del emprendedor knomada inconformista
Un PAS! en toda la cara
PAS es el acrónimo de Problema-Agitar el problema – Solución. Es la fórmula por excelencia, una técnica utilizada en las páginas de venta para estructurar y exponer los contenidos con fines persuasivos.
Hay una infinidad de técnicas, sin embargo aquí en el Reino de la Tortilla se ha difundido esta en especial.
Te dejo un recurso buenísimo: una mega guía creada por una crack canadiense del copywriting, Joanna Wiebe, que reúne en un único post una cantidad impresionante de formulas de copywriting.
Si te interesa el copywriting, te aconsejo que la sigas si no la conoces. Es una referencia imprescindible en mi opinión.
Como dice ella, los pros usan fórmulas, y sólo los diletantes escriben desde cero.
Así que no hay nada de malo en usarlas. Lo malo es cuando se usa siempre la misma, por qué es la que ha enseñado el gurú de turno, y en lugar de coger el espíritu de la técnica, lo que se hace es un corta y pega.
Bonus
En lugar de ofrecer un descuento, añaden unos bonos que aumentan el valor percibido. Aquí lo ridículo es ver cómo se añaden cosas cuyo valor no tiene referencia real, como “serás miembro de un grupo secreto de Facebook, bonus valorado en 997€”.
¿Cómo calcularon ese valor?
¿Hicieron una proporción directa con el tamaño de su ego?
Urgencia y escasez.
Esta es la mejor de todas las fórmulas.
Me encanta.
No es ninguna broma. Me encanta porqué funciona de verdad:
“El precio de lanzamiento solo durará 24 horas, y es sólo para las primeras 10 personas. Actúa ahora!”
Inyectar sensación de urgencia y escasez es una táctica súper eficaz para conseguir ventas, y se utiliza a diario en todas las situaciones donde intentan venderte algo.
Yo soy la primera víctima.
Reconozco la técnica cuando la veo, y caigo de todas formas. Por eso digo que es muy buena – hablo por experiencia ?.
Es la prueba definitiva de su eficacia.
Lo saben muy bien por ejemplo los chicos de Appsumo, una web donde ofrecen por un tiempo limitado herramientas digitales interesantes a un precio irresistible. He caído muchas veces, y sé que seguiré cayendo. De los correos de Appsumo se puede aprender muchísimo sobre copywriting.
(No he puesto el enlace de appsumo adrede: no vayas allí, puede ser perjudicial por la salud de tu cartera… 😉
Usar fórmulas para vender está bien.
Aquí también, lo malo es cuando ves la diferencia entre los pocos buenos, y los que intentan subirse al carro de los ganadores y simplemente reciclan contenido masticado y escupido por otros.
Cuando no percibes autenticidad detrás de algunas ofertas, sino un copia y pega de unas plantillas sacadas del librillo del maestrillo de turno.
Lo malo empieza cuando quieren explotar tu instinto conformista y tus sueños de inconformismo, para tener su tribu de clientes fans, su grupo de conformistas reformados que quieren ser como ellos.
Y ojo: no hay nada mal en ser conformista, quizá yo sea el que más. Al final, nadie quiere quedarse sólo o ser el rarito.
¿Eres emprendedor o aprendedor? El síndrome del eterno aprendiz.
Todos tenemos miedo a equivocarnos, y para emprender en la red no hay un mapa claro.
Esto genera mucha inseguridad y hay quien explota ese miedo ofreciendo cursos que prometen el mapa definitivo.
El aprendedor es aquella persona que está enganchado a la formación online, sigue haciendo cursos porqué tiene miedo y no termina de decidirse a dar el salto.
No pasa a la acción.
Sólo consume contenido, sin pasar a la práctica.
El aprendedor se descarga ebooks (que no lee), y se mete en cursos que abandona (o no pone en práctica).
El eterno aprendiz quiere que alguien le asegure que tendrá éxito.
El grupo de los eternos aprendices es muy numeroso.
Lo sé.
He estado ahí.
Y no pasa nada. Quizá sea inevitable pasar por esa fase.
Lo importante es no quedarse allí estancado.
La mala noticia es que nadie te puede asegurarte de que todo irá bien.
La buena noticia es que algunos de esos cursos y recursos sí te pueden realmente facilitar el camino, si escoges el curso correcto y no caes en manos de algún chacal.
Y otra buena noticia es que puede ser bueno que no sepas cómo va a ir.
A veces pierdes a veces ganas, y a veces parece una broma pesada.
Pero si quieres, casi todo está al alcance de tus manos.
Otra noticia interesante es que equivocarse es necesario.
Yo por ejemplo he hecho cursos, he estudiado los mapas de los expertos, y aún así he terminado por no seguir (casi) ningún consejo.
Quizás equivocarse es la única forma para aprender de verdad, para abrir tu propio camino en lugar de intentar copiar el camino de otra persona, quizá más experta, más exitosa y más inteligente, pero al fin y al cabo otra persona diferente.
Un lugar en el mundo
Hay diferentes formas para encontrar donde perteneces.
La peor, desde luego, es intentar ser como no eres con tal de encontrar cobijo y dejar de sentirte incómodo.
Una buena forma es buscar otras personas de tu mismo planeta, que comparten tus mismas inquietudes y tienen tu mismo fuego interior. Y ese fuego no tiene que empujarte necesariamente hacia adelante (el mito del progreso infinito es otro matra cansino) sino hacia adentro, en la lucha diaria para acercarte lo más posible a ti mismo.
Lanza tu mensaje y crea tu propia tribu.
Más de un “emprendedor” está recorriendo ese camino, expone su lado friki y sus debilidades: «si me quieres, fantástico, abrazémonos, eres mi hermano/hermana astral. Si no te gusta lo que cuento tampoco pasa nada: te vas para otro lado y hasta luego lucas”.
La revolución digital te permite justo eso, entre otras cosas: aprovechar el alcance global de la red para buscar tu familia extendida más allá de los límites geográficos, y montar tu propio network de amigos y amigas.
Las familias no son de sangre, son de ideas»
– Pepe Mujica
Podrás tener amigos, clientes, y hasta clientes-amigos.
Para eso hay que tener valor, y los “emprendedores” de ese estilo sí merecen la pena.
Para esa clase de personas, el término emprendedor se queda corto porque no se trata sólo de dinero y negocios.
Sí, son personas que han decidido emprender, pero lo importante no reside ahí. Reside en el camino vital que están creando con sus propias manos.
Uno de los mejores ejemplos – que ya cité – es Deborah Martín. Emprendedora como la que más, pero totalmente transparente. En su negocio está su personalidad, su cerebro y su corazón.
¿Conoces a otras? Déjame su nombre en los comentarios, estaré encantado de conocerles.
¿Tu qué vas a hacer?
Te quedarás mirando la vida de los demás intentando copiarla, o vas a empezar a actuar para volverte tu propio héroe?
La vida es un juego donde pierde quien decide no jugar.
Pierde quien prefiere ser el peón en el ajedrez, en lugar de ser el que mueve las piezas.
Pierde el que busca un mapa prestado en lugar de crear su propio mapa.
Sin embargo si decides jugar, no puedes perder: ya has ganado.
Uno de los secretos de la vida quizás sea este:
en la vida no gana el que alcanza un resultado, sino el que pone en marcha un proceso, un sistema.
Tu sistema.
Mi sistema
¿Mi camino? Lo tengo claro: la senda del club de la lucha creativa.
Gracias a eso consigo inyecciones constantes de satisfacción, realización y desarrollo personal.
Al principio mi idea era de buscar una forma de generar dinero, para luego dedicarme más a fondo a lo que me gusta: proyectos personales, dibujar, escribir, leer, la música…
Sin embargo, me he dado cuenta que es mucho más fácil que eso.
¿Porqué no dedicarme ahora mismo a lo que me gusta?
Simplemente hacerlo.
Sigo interesado en conseguir mi independencia económica y vital gracias a la red, pero ese es un medio, no es el fin. Es fácil perder el norte.
Así que seguiré haciendo cosas: escribiendo y publicando, montando mis pequeños proyectos personales. El hacer me mostrará el camino, y yo decidiré si seguir la ruta que se abre delante mío, o sacar el machete y abrirme el paso en la vegetación, explorando nuevas rutas.
Reivindico mi derecho a no ser coherente y a equivocarme.
Si me sigues, te contaré mi experiencia en la construcción de mi vida a medida. Y de mi trabajo a medida – ya que trabajo y vida son lo mismo.
Te hablaré con la autoridad que me conceden mis fracasos.
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