¿Eres un escritor que no escribe? ¿Un empresario que no se lanza? ¿Un músico que no compone?
Entonces ya sabes qué es La Resistencia.
Ahora se habla mucho de procrastinación, y puedes pensar que ese sea tu problema: la procrastinación.
Eso probablemente sea verdad: eres un maldito procrastinador (o procrastinadora). Aún así, eso no explica realmente qué es lo que te está pasando.
La procrastinación es un síntoma, no la raíz del problema.
La procrastinación es la manifestación más común de la Resistencia.
La Resistencia es un concepto que presenta el escritor Steven Pressfield en su libro “La Guerra del Arte”. Es esa voz en tu cabeza que te dice que tu texto no es lo suficientemente bueno como para publicarlo y que realmente no tienes tiempo para trabajar en ese importante proyecto hasta que tu escritorio no esté impecable.
La Resistencia es un miedo irracional, que se manifiesta cuando a pesar de saber lo que tienes que hacer, encuentras todas las excusas posibles por no hacerlo.
La Resistencia aparece cuando tienes que hacer un trabajo emocionalmente desafiante, cómo seguir una dieta, escribir un libro o lanzar un nuevo proyecto.
El escritor Robert McKee en la introducción del libro comenta que la Resistencia sería la “pulsión de muerte”.
El “Death Drive” es un concepto de Freud, que después pasó a llamarse “Thanatos” en oposición a “Eros”, la pulsión vital: “la oposición entre el ego o los instintos de muerte y los instintos sexuales o de vida”.
La pulsión de muerte sería una fuerza destructora que es parte inextricable de nuestra naturaleza de seres humanos.
La pulsión de muerte derivaría de «un impulso en la vida orgánica para restaurar un estado anterior de las cosas».
Según Pressfield, la Resistencia (en mayúsculas por respeto hacia El Enemigo) es la fuerza más tóxica del planeta, que hace todo lo posible para obstaculizar tu búsqueda de una trascendencia en lo que haces.
La búsqueda de cualquier vocación creativa provoca la aparición de la Resistencia.
Cada acto que brota de nuestra naturaleza más noble, que rechaza la gratificación instantánea y busca un crecimiento personal a largo plazo, provoca la intervención de la Resistencia.
La Resistencia no es un elemento externo.
La Resistencia es el Enemigo dentro de nosotros.
La Resistencia tiene un único objetivo: evitar que hagamos nuestro trabajo creativo.
La Resistencia es autosabotaje.
Esta pulsión destructora que llevamos dentro no tiene fuerza propia, sino que se alimenta de nuestro miedo.
La Resistencia es Miedo.
Obviamente tus miedos no van a desaparecer, con lo cual:
- tienes que aprender a actuar a pesar del miedo
- no puedes ganar la guerra contra la Resistencia: cada día se librará una nueva batalla que tendrás que intentar volver a ganar
De por sí el miedo no es algo malo, es un indicador, que muchas veces nos dice qué es lo que tendríamos que hacer: cuanto más miedo tengamos hacia un proyecto, más podemos estar seguros que es el camino que tenemos que recorrer.
Por eso es importante el ejercicio del Fear Setting: poner negro sobre blanco nuestros miedos nos ayuda a superarlos.
El miedo no se puede superar, pero una vez que pasas a la acción, el miedo disminuirá.
Domina tu miedo y le ganarás a la Resistencia.
El Miedo
¿Es posible que algo tan inocuo como escribir un libro (u empezar un proyecto creativo) pueda provocar miedo?
Ya no vivimos en las cuevas, pero nuestro cerebro reptiliano sigue funcionando de forma parecida, y ahora el miedo surge en otras situaciones.
¿A qué le tiene miedo una persona creativa?
Generalmente le tenemos miedo a las posibles consecuencias de seguir nuestros impulsos creativos:
- miedo de ser o parecer egoista
- miedo de fracasar
- miedo de hacer el ridículo
- miedo de lanzarse al vacío
Hay otro miedo que a veces es el Padre de todos los Miedos:
El miedo al éxito.
El miedo al éxito no es tanto el miedo a ser rico y famoso.
Es el miedo a convertirnos realmente en la persona que dentro de nosotros sentimos que podemos llegar a ser.
Es el miedo más grande por qué tememos que como consecuencia se nos expulsará de nuestra tribu, por ser “el diferente”, el freak. Tenemos miedo que nuestros amigos y familiares dejen de reconocernos.
Es por eso que si, por ejemplo, lo tuyo es escribir, te darás cuenta de que lo realmente difícil no es escribir: es sentarte a escribir.
A veces otra persona puede actuar como emisaria de la Resistencia, sembrando dudas, criticando tu trabajo o tu persona. Esto ocurre especialmente si estás a punto de lograrlo.
Esto ocurre porque cada uno está luchando contra su propia Resistencia, y ver a alguien que lo está consiguiendo le lleva a enfrentarse con la realidad de su propio fracaso. Eso duele, y a veces la respuesta es un ataque destructivo hacia el otro.
En muchos aspectos seguimos siendo iguales a cuando éramos cavernícolas:
No estamos hechos para funcionar de forma individual, sino como parte de un grupo.
Necesitamos pertenecer y tener reconocimiento del resto del “clan”.
No sabemos estar solos.
No sabemos cómo ser personas realmente libres.
Para muchos, como dice Pressfield, el aire de la libertad es demasiado rarefacto para que podamos respirar.
La Resistencia es una manifestación de nuestro Ego, sin embargo nuestra creatividad es una manifestación de nuestro Ser.
A nuestro Ego le gusta mantener las cosas como están, mientras que nuestro Ser mira al futuro.
Nuestro Ego odia el futuro, no le gustan los cambios y que evolucionemos como personas.
Crear nos gusta tanto por qué es trascender nuestra existencia diaria, supone un crecimiento personal, profesional y espiritual. Cuanto más crecemos, menos vamos a necesitar a nuestro Ego. Es por esa razón que el Ego crea la Resistencia.
La Resistencia quiere mantener el status quo.
¿Cómo ganar la batalla contra la Resistencia?
Para ganar tu batalla diaria contra la Resistencia, primero tienes que ser consciente de la existencia de esa pulsión negativa y autodestructiva.
Luego tienes que aprender a apreciar y tolerar la demora en la gratificación y los riesgos que esconden los cantos de sirena de la gratificación instantánea.
Tienes además que aprender a incorporar el fracaso en tu proceso creativo y permanecer estoicamente impasible frente a él.
Lo realmente importante es tu propia validación, no la de los demás. Tú eres el único que puede valorar si lo que has hecho se acerca a lo que quieres hacer y te acerca a quien quieres ser.
Lo realmente importante no es crear una obra maestra, sino sentarte y hacer el trabajo.
Si ganas la batalla a la Resistencia un día, es posible que el día siguiente la batalla sea menos difícil de ganar.
Tienes que estar preparado a enfrentarte a tus intentos de autosabotaje.
No existe sistema ni apoyo externo que te puedan hacer ganar la lucha contra la Resistencia. Siempre estarás solo en tu batalla (aunque compartir el mismo viaje creativo con otro es a menudo una ayuda inestimable para el éxito de un proyecto).
Lo que sí puedes hacer es buscar un sistema que te proporcione una armadura que facilite un poco tu lucha. Uno de los objetivos de mi blog y mi planificador es justamente eso.
Una cosa es cierta: sólo hay un arma para ganarle la batalla a la Resistencia.
La acción.
Las personas que tienen más posibilidades de éxito no son las que trabajan más duro o las más inteligentes, sino las que trabajan con más valentía, a pesar de la Resistencia.
¿Tú en qué situación estás? ¿Has identificado ya cuál es el miedo que te impide avanzar? ¿Te reconoces en lo que acabo de contar? Yo al 100%: esto de la Resistencia es mi lucha diaria…
Y es por eso que he desarrollado un sistema y un planificador para luchar contra la Resistencia y perder menos el tiempo. En un arrebato de inventiva, lo he llamado… Planificador Lucha Creativa.
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